Ingredientes
- Albaricoques 200 g
- Huevos 2 unidades
- Azúcar glas 100 g
- Mantequilla a temperatura ambiente 100 g
- Azúcar avainillado 1 cuchara de café
- Ron 1 cucharada sopera
- Harina 100 g
- Levadura Royal 4g
- Sal 1 pizca
- Azúcar glas para decorar
Marillenkuchen – la Tarta de albaricoques
Al albaricoque, en algunas partes de Latinoamérica, se le denomina “damasco” y en México “chabacano”.
En alemán se le llama “aprikose” o “marille” y de este último toma el nombre esta tarta típica de Austria, lugar en el que el albaricoque está muy presente cuando llega la temporada.
En la cafetería del hotel Sacher de Viena, sirven la famosa tarta Sacher. Puedes elegir entre una pequeña individual o una porción de una tarta grande. Si sólo vas a probar una de ambas, elige la porción, su bocado es más auténtico y es una de las mejores tartas que he probado.
Otra de mis tartas preferidas, también viene de Austria y es esta, la Marillenkuchen – la tarta de albaricoques.
Además, la base de la receta se puede utilizar para hacer tartas con otras frutas o con pepitas de chocolate y con resultados más que brillantes.
Instrucciones

Marillenkuchen
- Reúne los ingredientes.
- Precalienta el horno a 200 ºC.
- En un bol grande, mezcla la mantequilla a temperatura ambiente (bien blanda), el azúcar, la vainilla, el ron, las yemas de los huevos y bate con la batidora de varillas unos 4 minutos, hasta que la mezcla esté blanquecina.
- Incorpora la harina con la levadura tamizadas y bate lo justo para que se integren.
- En un bol aparte monta las claras a punto de nieve con una pizca de sal, hasta que estén bien firmes. Asegúrate de que las varillas de la batidora están bien limpias y no tienen restos de la mantequilla, porque si no las claras no subirán bien.
Tarta de albaricoques
- Incorpóralas a la mezcla, removiendo con cuidado con una cuchara hasta que se mezcle todo bien, pero de forma que se baje lo menos posible, siempre con movimientos suaves y envolventes.
- Extiende la mezcla para el bizcocho sobre el molde, intentando que quede lo más plano posible.
- Lava los albaricoques, ábrelos por la mitad y quítales el hueso.
- Colócalos sobre el pastel con el hueco hacia arriba. Aprieta lo justo para que no se muevan, no es necesario hundirlos en la masa.
- Hornea a 200 ºC unos 35 minutos, hasta que veamos que todo el pastel empieza a dorarse por igual.
- En ese momento puedes abrir el horno, pinchar con una aguja metálica y comprobar que sale limpia, indicando que el pastel está cocido.
- Apaga el horno, abre la puerta 5 minutos y deja el pastel dentro para evitar que pierda volumen por un cambio brusco de temperatura.
- Pasado ese tiempo, sácalo del horno, deja que se atempere y espolvorea azúcar glas por encima.

Tarta de albaricoques
Ver la receta en Anita Cocinitas
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