Ingredientes
- Patatas 500 gramos
- Huevos 5 huevos
- Pimiento verde 100 gramos
- Manzana ¼ unidad
- Cebolla (opcional) ¼ unidad
- Aceite de oliva 250 ml
- Sal al gusto
Tomando una caña en un bar escuché como alguien le contaba al camarero que su mujer le ponía manzana a la tortilla de patata para que estuviese más jugosa.
Me dije a mi mismo que eso había que probarlo y os recomiendo que lo probéis, pues merece la pena sobre todo para aquellos a los que no les gusta la tortilla de patata con cebolla.
Instrucciones
- Reúne los ingredientes y ten a mano un plato grande, tapadera o vuelca tortillas que necesitaremos para darle la vuelta a la tortilla.
- Lavamos las patatas por fuera, si tienen algo de tierra. Las pelamos y volvemos a lavarlas para quitar los restos de suciedad y, muy importante, las secamos.
- Las cortamos en láminas de tamaño homogéneo, no muy gruesas. Las colocamos en un bol grande y las reservamos. No les añadimos la sal porque de esta forma el aceite que sobre de freírlas se podrá reutilizar y no le quedarán restos de sal.
- Lavamos y picamos en trozos pequeños el pimiento verde y lo agregamos al bol con las patatas.
- Elegimos una sartén grande y antiadherente. La ponemos al fuego y añadimos el aceite de oliva.
- Cuando el aceite esté caliente echamos las patatas cortadas con el pimiento y dejamos que se vayan haciendo, dando vueltas de vez en cuando.
- Pelamos la cebolla y la picamos muy fina, en trozos muy pequeños y la añadimos a las patatas.
- Pelamos la manzana de una variedad que no sea muy dulce, la picamos fina y la incorporamos a la sartén, damos vueltas a todo.
- Cuando las patatas lleven aproximadamente unos veinte minutos a fuego bajo, el conjunto ya estará blando. Con el tenedor aplastamos un poco el contenido de la sartén para desparramarlas, lo que permitirá que la tortilla esté aún más jugosa.
- Mientras se terminan de freír esos ingredientes, en el bol batimos, aunque no en exceso, los huevos y los reservamos.
- Cuando las patatas, pimiento, cebolla y manzana estén fritas, pero blandas con una espumadera las vamos sacando del aceite dejándolas escurridas, con el menor aceite posible.
- Echamos sal al gusto y mezclamos todo con el huevo, envolviéndolo bien. Probamos el punto de sal y corregimos si es necesario.
- Dejamos que la mezcla repose unos cinco minutos para que se fusionen los sabores.
- De la sartén grande retiramos el aceite colándola para reutilizarla, dejando una película que cubra el fondo. La ponemos a calentar y cuando esté caliente, ponemos fuego medio e incorporamos la mezcla que tenemos en el bol.
- La tortilla se cuajará con el calor y en menos de 1 minuto le damos la vuelta con ayuda del plato grande, tapadera o vuelca tortillas. Dejamos que se deslice otra vez en la sartén por la parte que aún no está hecha y dejamos que se cuaje del otro lado.
- Lavamos el plato que nos ha servido para darle la vuelta y lo usamos para darle la vuelta y dejarla ya servida en el plato.
- Es preferible dejar la tortilla poco cuajada, porque cuanto más hecha quede, más seca resultará.
Sugerencias
Al freír las patatas, son varias las expertas en tortillas de patata que me han confesado que su truco es freírlas con aceite de girasol.
Para que la cebolla no tenga un sabor tan fuerte, se le puede añadir una cucharilla de sal y otra de azúcar y dejarla reposar durante unos cinco minutos. Después la lavamos con abundante agua fría y podemos utilizarla.
Si picas la cebolla en trozos pequeños y muy finos aportará sabor y suavidad, pasando más desapercibida.
En lugar de cebolla podemos utilizar cebolleta fresca, el sabor a cebolla es menos intenso.
Cuando hagas la receta, no menciones que lleva manzana. Disfruta viendo lo que ocurre con la totilla, simplemente desaparece por arte de magia.
(Ver restaurantes).
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