Ingredientes
- Patatas 500 gramos
- Huevos 5 huevos
- Cebolla (opcional) ¼ unidad
- Aceite de oliva 250 ml
- Sal al gusto
La tortilla de patata es, con mucha probabilidad, el plato de nuestra cocina que más echamos de menos cuando estamos de viaje por el extranjero.
En una ocasión un famoso artista extranjero llegó a España deseoso de probar la tan afamada tortilla de patata, pero tuvo la mala fortuna de encargársela a la cocina del hotel y pedir que se la subieran a la habitación. Pasado un tiempo contó que no le gustó nada, pero que tras probarla en otro sitios se dió cuenta de que la culpa no fue de la tortilla sino del cocinero del hotel de postín, que no tuvo un buen día.
Instrucciones
- Reúne los ingredientes y recipientes, incluyendo un plato grande, tapadera o vuelca tortillas que necesitaremos para darle la vuelta a la tortilla.
- Lavamos las patatas por fuera. Las pelamos y volvemos a lavarlas para quitar los restos de suciedad y, muy importante, las secamos.
- Las cortamos en láminas de tamaño homogéneo, no muy gruesas. Las colocamos en un bol grande y las reservamos. No les añadimos la sal porque de esta forma el aceite sobrante se podrá reutilizar y no le quedarán restos de sal.
- Elegimos una sartén grande y antiadherente. La ponemos al fuego y añadimos el aceite de oliva.
- Cuando el aceite esté caliente echamos las patatas cortadas y dejamos que se vayan haciendo durante aproximadamente unos veinte minutos a fuego bajo. A mí no me gusta que se tuesten. Cuando ya estén blandas con el tenedor se pueden aplastar un poco para desparramarlas, esto permitirá que la tortilla esté aún más jugosa.
- En otra sartén añadimos aceite de oliva suficiente para cubrir el fondo y la ponemos a calentar.
- Pelamos la cebolla y la picamos muy fina en trozos muy pequeños.
- Echamos la cebolla en la sartén, espolvorear un poco de sal para que la cebolla sude antes (suelte el agua), ponemos el fuego al máximo y removemos unos segundos para que se reparta bien el aceite.
- Cuando notemos que tiene mucho calor y veamos que la cebolla empieza a pocharse, tapamos con una tapadera y bajamos el fuego al mínimo, al 2 o 3 como máximo y removemos de vez en cuando.
- Si fuese necesario repetimos la operación de darle fuego fuerte durante 20-30 segundos y después bajarlo al 2-3 y taparlo. La cebolla tardará en pocharse de 5 a 7 minutos.
- Mientras se terminan de freír las patatas y pochar la cebolla, en el bol donde luego vamos a echar las patatas, batimos los huevos no en exceso y los reservamos.
- Cuando las patatas estén fritas, pero blandas con una espumadera las vamos sacando del aceite dejándolas escurridas, y pasándolas con el menor aceite posible al bol donde están los huevos batidos.
- Echamos sal al gusto y mezclamos las patatas con el huevo. Incorporamos el contenido de la sartén de la cebolla al bol donde están los huevos y las patatas y lo envolvemos todo bien. Probamos el punto de sal y corregimos si es necesario.
- Dejamos que la mezcla repose unos cinco minutos para que se fusionen los sabores.
- De la sartén grande retiramos el aceite colándola para reutilizarla, dejando una película que cubra el fondo. La ponemos a calentar y cuando esté caliente, ponemos fuego medio e incorporamos la mezcla que tenemos en el bol.
- La tortilla se cuajará con el calor y en menos de 1 minuto le damos la vuelta con ayuda del plato grande, tapadera o vuelca tortillas. Dejamos que se deslice otra vez en la sartén por la parte que aún no está hecha y dejamos que se cuaje del otro lado.
- Lavamos el plato que nos ha servido para darle la vuelta y lo usamos para darle la vuelta y dejarla ya servida en el plato.
- Es preferible dejar la tortilla poco cuajada, porque cuanto más hecha quede, más seca resultará.
Sugerencias
Al freír las patatas, son varias las expertas en tortillas de patata que me han confesado que su truco es freírlas con aceite de girasol.
Para que la cebolla no tenga un sabor tan fuerte, se le puede añadir en crudo una cucharilla de sal y otra de azúcar y dejarla reposar durante unos cinco minutos. Después la lavamos con abundante agua fría y podemos utilizarla.
Si picas la cebolla en trozos pequeños y muy finos aportará sabor y suavidad, pasándo más desapercibida.
En lugar de cebolla podemos utilizar cebolleta fresca, el sabor a cebolla es menos intenso.
También podemos hacer la tortilla sustituyendo la cebolla pochada por cebolla caramelizada, lo cual le dará un toque delicioso, aunque más dulce.
Si no te gusta el sabor de la cebolla y ninguna de las opciones anteriores te entusiasma, simplemente sigue las pasos de esta receta, pero sin utilizar la cebolla, puedes sustituirla por pimiento verde o mejor aún puedes probar la tortilla de patata con manzana, que queda muy jugosa.
Restaurantes
En cada casa se hace la tortilla de patata con un toque distinto y personal, y la mayoría son deliciosas. Para un admirador de la tortilla de patata como yo, es difícil encontrar una que no se pueda comer. Aunque, en algunos bares, sobretodo de carretera, ¡vaya si lo consiguen! Menos mal que, además de las de casa, hay otras muchas que son auténticas delicias como por ejemplo, en Madrid, las de la Bodega de La Ardosa, Sylkar, José Luis, La Penela, restaurante Támara Lorenzo (por encargo), las Tortillas de Gabino, Txirimiri, Cerveriz, Juana la Loca y la de la Gran Pulpería.
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